El coste por mil (CPM), a menudo denominado "coste por mil impresiones", es un término fundamental en el glosario del marketing digital. El CPM representa el coste en que incurre un anunciante por cada mil impresiones de su anuncio online. A diferencia del coste por clic (CPC), en el que los anunciantes pagan por los clics reales, el CPM es un modelo centrado en el coste por exposición potencial, lo que lo hace especialmente relevante para las campañas de notoriedad de marca.
En la publicidad basada en CPM, el anunciante paga una tarifa fija por cada mil veces que se muestra su anuncio, independientemente de si los usuarios interactúan con él. Este modelo de precios es frecuente en la publicidad gráfica, donde el objetivo es maximizar la visibilidad y crear recuerdo de marca. Los anunciantes suelen utilizar el CPM para evaluar la eficacia de su inversión publicitaria a la hora de llegar a un público amplio.